domingo, 2 de diciembre de 2012

Cuando Satanás Entra en la Iglesia


Jeremy Walker de Reformation21 ha compartido una excelente cita del predicador galés Christmas Evans, quien habla sobre aquellos miembros o asistentes a las iglesias que escuchan los sermones de la misma manera en la que Satanás lo haría. Evans escribe,
La manera en la que un hombre escucha el Evangelio es un índice del estado de su corazón y de la naturaleza de sus afecciones y deseos. Si supusiéramos que Satanás entra en la congregación, que tipo de audiencia sería? Él es el empedernido enemigo de toda verdad, justicia, y piedad; y la santificación del alma, devoción, y las afecciones espirituales en los adoradores de la casa de Dios lo irritan grandemente. Si un día, entonces, en forma humana él tomara un lugar entre la audiencia del Evangelio eterno, podríamos imaginarnos que, para estorbar e irritar lo más que pueda, tomaría su asiento en un lugar llamativo, ya sea bajo el púlpito o al frente de la galería, ante los ojos de todos. Entonces haría caras desagradables y cerraría sus ojos, y aparentaría estar durmiendo. Muy ansiosamente se cuidaría de no dar la más mínima indicación de haber sido tocado por lo que fue dicho. Sin ningún rastro de convicción, sumisión, paz ni gozo debería jamás aparecer. Frunciría el ceño y movería su cabeza, y mostraría desagrado por el Evangelio que escucha, como si cambiara a todos los hombres en el lugar a la misma disposición diabólica. Tal, diría yo, sería la conducta del archi-enemigo como audiencia de la Palabra de Dios. Pero no hemos visto nosotros en muchos que llevan el nombre de Cristo sobre ellos un mismo cuadro como éste?”
El Día del Señor es, para los creyentes, un día especial. Es el día en el que llegan a escuchar a Dios hablar. Es el día en que llegan a adorar a Dios. Es el día en que llegan a ser exhortados y guiados por el Espíritu Santo. Es el día en que celebran a Jesucristo. Porqué razón, entonces, muchos se comportan como si se comportaría Satanás en la iglesia? Sabias palabras de un gran hombre de Dios.

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